Stefan Engel

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El oportunismo como salida inútil a las crisis de la sociedad burguesa

Entrevista con Stefan Engel, director de la Redacción de Revolutionärer Weg (RW)1 sobre la publicación del libro o CR 37 con el título La crisis de la ideología burguesa y del oportunismo

El oportunismo como salida inútil a las crisis de la sociedad burguesa
Stefan Engel, desde 1991 director del órgano teórico del MLPD, CAMINO REVOLUCIONARIO, y 37 años presidente del partido (hasta abril de 2017)

Rote Fahne: A principios de enero de 2022 se publica el libro "La crisis de la ideología burguesa y del oportunismo". ¿Qué pueden esperar los lectores interesados?

Stefan Engel: Este libro es la segunda parte de nuestra serie de cuatro libros bajo el título La crisis de la ideología burguesa y la doctrina del modo de pensar. Se dedica a las más diversas variantes del oportunismo de la actualidad, todas las cuales pretenden sacar conclusiones de diversas crisis o nuevos problemas sociales. Dado que todas han surgido sobre la base de la ideología burguesa, tarde o temprano fracasarán, al igual que las viejas ideas burguesas a las que supuestamente representan una alternativa.

El oportunismo ha sido una corriente en el movimiento obrero desde sus inicios. Durante más de 100 años, esta corriente ha sido un esencial fenómeno concomitante del sistema imperialista mundial. Lenin criticó al "oportunismo porque sacrifica los intereses fundamentales del movimiento a ventajas o consideraciones momentáneas, basadas en el cálculo más miope y superficial"1.

Ya ha causado mucho daño en el movimiento obrero revolucionario y ha sido capaz, temporalmente, de inhibir en gran medida la lucha de liberación de la clase obrera y de los pueblos oprimidos. En última instancia, está condenado al fracaso porque no corresponde con la realidad objetiva, sólo despierta ilusiones en el sistema social capitalista, intensifica la explotación y la opresión de los trabajadores y sólo prolonga innecesariamente los sufrimientos de las amplias masas.

El oportunismo no desaparece por sí mismo porque es reproducido permanentemente de nuevo por el imperialismo.

La polémica contra el oportunismo que se desarrolla en el libro debe ayudar a comprender su naturaleza reaccionaria y la superioridad del socialismo científico.



Rote Fahne: Estamos en medio de la cuarta ola de la pandemia de Covid-19 que, a pesar de la amplia vacunación, le depara al mundo nuevas cifras récord de personas infectadas, gravemente enfermas y que mueren a causa de la pandemia. Ante este dramático desarrollo, ¿no hay nada más importante que ocuparse con el oportunismo?

Stefan Engel: Aunque la inmensa mayoría de la población acata el llamamiento del gobierno a vacunar, mantener las distancias y hacerse pruebas con regularidad, existe un gran malestar frente a la gestión de crisis por parte de los gobiernos a nivel federal y de los estados federados. No me refiero ahora a la "protesta" reaccionaria de los llamados "pensadores transversales", que difícilmente puede ser superada en absurdo, sino al deseo justificado de la mayoría de la población de tener un esclarecimiento sólido, una protección oportuna y adecuada contra el virus Covid-19 y un sistema sanitario que funcione. La cuarta ola de la pandemia de Covid-19 aún no ha decrecido, y ya se está preparando una quinta ola. Uno tiene la impresión de que los mismos errores y fallos en la gestión de crisis se repiten una y otra vez, provocando innecesariamente cientos de miles de enfermedades y miles de nuevos muertos. ¿Estamos sólo ante un conglomerado de tontos o ignorantes en el gobierno? ¿A qué se deben los repetidos fracasos de la gestión de crisis? ¿Por qué el gobierno siempre sólo quiere "conducir a la vista", aunque todo el mundo sabe a estas alturas que la pandemia puede y debe ser contrarrestada enérgicamente a tiempo, antes de que se extienda exponencialmente y no sólo cuando cientos de miles se han infectado y miles han muerto?

Nuestro nuevo libro se ocupa principalmente con los fundamentos ideológicos de la desastrosa gestión de crisis, especialmente del neopragmatismo y el positivismo. Para el neopragmatismo, el único criterio es la "utilidad inmediata". Esto no es otra cosa que la justificación del sometimiento de toda la sociedad a los intereses del capital. Sobre esta base no se puede resolver ni un solo problema de las masas. Junto con su hermano gemelo, el positivismo, el neopragmatismo rechaza toda base científica y, por lo tanto, no puede hacer pronósticos acertados, que, sin embargo, serían vitales para una amplia profilaxis en la lucha contra la pandemia en el sentido más estricto. El método positivista de ensayo y error es sumamente negligente y, en el caso de la gestión de la crisis pandémica de Covid-19, antihumano.

Estas dos direcciones ideológicas de la ideología burguesa son la base de cualquier gestión de crisis, que ahora es una de las tareas primordiales de todo gobierno imperialista y capitalista.



Rote Fahne: El libro no se dedica principalmente a la gestión de crisis en la pandemia de Covid-19.

Stefan Engel: Eso tampoco sería apropiado, pues precisamente forma parte de la gestión burguesa de la crisis pretender que la pandemia de Covid-19 es el único problema al que se enfrenta la humanidad hoy en día. No se dice ni una palabra, por ejemplo, sobre la actual crisis económica y financiera mundial, que ya comenzó en 2018. En cambio, los problemas económicos se subsumen de forma engañosa y unilateral en la pandemia de Covid-19. Además, hoy en día apenas se habla de la lucha de clases, sólo sobre la disputa con los "pensadores transversales". Según el habla de los políticos burgueses, la población se divide ahora en partidarios y adversarios de la vacunación, y ya no principalmente en capitalistas y obreros.

Mientras que crece el caos de crisis capitalista, asistimos también a una desorientación ideológica ampliamente extendida entre las masas. Toda persona que piense políticamente y actúe responsablemente debe preguntarse hoy cuál es su posición en relación con el sistema capitalista mundial. Además de una riqueza absurda, produce miseria por millones y pone en peligro las bases de la vida humana. ¿Aullamos con los lobos y enterramos finalmente el sueño de una sociedad liberada, sólo porque el socialismo tuvo que sufrir una derrota temporal por la traición revisionista en la Unión Soviética o en China? ¿O ayudamos para que el gigantesco progreso del conocimiento científico y los logros prácticos en la producción social se impongan contra el remolino del pragmatismo y oportunismo, y nos unimos a la necesaria transformación revolucionaria de la sociedad?



Rote Fahne: ¿Puedes dar a nuestros lectores una visión del conjunto del libro?

Stefan Engel: El libro comienza con una polémica contra las fantasías del "fin de la historia" del filósofo estadounidense Francis Fukuyama. Tras el colapso de la Unión Soviética en 1991, expresó el sueño dorado de los sectores dominantes de que el capitalismo hubiera triunfado de una vez por todas sobre el socialismo. El libro trata además el fallo completo del neoliberalismo. Muestra el montón de escombros de la economía burguesa con el ejemplo de la gestión de crisis de los gobiernos en la crisis económica y financiera mundial de 2008 a 2014. El libro presenta una crítica fundamental al neorreformismo desarrollado por Gerhard Schröder y Tony Blair, cuya crisis en Alemania ha continuado y se ha profundizado desde que el gobierno de Schröder/Fischer fue destituido por las elecciones en 2005.

Asimismo, se continúa con el análisis y la crítica de las nuevas variantes del neorrevisionismo. Entre ellas se encuentran las teorías del secretario general del Partido Comunista de China Xi Jinping, la reaccionaria e idealista "teoría Juche" de Kim Il Sung en Corea del Norte, así como el trotskismo, el marxismo de salón o diversas teorías antiautoritarias y anarquistas en el espectro de la así llamada "izquierda radical".

Con la campaña de conquista de la digitalización, surgió un verdadero revuelo en torno a la misma. Todas las teorías burguesas y pequeñoburguesas que tienen que ver con ella, crean nuevas ilusiones sobre la realidad capitalista y se oponen a una transformación revolucionaria del capitalismo. Lo que resulta necesario, en cambio, es un análisis objetivo de cómo se desarrollan las fuerzas productivas modernas como preparación material del socialismo y cómo, al mismo tiempo, despliegan masivamente sus efectos destructivos en el sistema imperialista mundial.

El libro demuestra que todas las variantes del oportunismo se caracterizan por alejarse del socialismo científico, por falsear o incluso rechazar el materialismo dialéctico e histórico, y por despreciar o incluso negar la lucha de clases revolucionaria y el papel dirigente de la clase obrera en ella.

La clase obrera y las amplias masas deben aprender a ver a fondo todas estas formas oportunistas de la ideología burguesa. Si no se superan las variedades esenciales del oportunismo, no habrá un nuevo ascenso en la lucha por el socialismo.



Rote Fahne: En las elecciones federales de septiembre de 2021, el SPD y los Verdes pudieron recuperarse un poco y formar un nuevo gobierno junto con el FDP. ¿Es ya el fin de la crisis del reformismo?

Stefan Engel: La vida media de todos los intentos de revivir el reformismo con nuevas variantes es cada vez más corta. Incluso la "transformación socio-ecológica" proclamada con grandes palabras por el nuevo gobierno, que por el momento sigue despertando ciertas esperanzas entre las masas, será destrozada por la realidad del imperialismo. En el tratado de coalición, no hay opción para impedir el rápido cambio hacia la catástrofe ecológica global y tampoco correspondientes medidas inmediatas urgentes y drásticas. En cambio, el gobierno "semáforo" ofrece la vaga perspectiva de la llamada "neutralidad climática" hasta 2045, según la cual supuestamente deberían equilibrarse la emisión de gases de efecto invernadero y las medidas compensatorias. Cínicamente, incluso se discute a nivel de la Unión Europea (UE) que la energía nuclear debería contarse como energía sostenible.

No se habla de cómo el gobierno piensa hacer frente al amenazante agujero de ozono, a la extinción de especies que pone en peligro la base alimenticia de la humanidad, a la detención de la deforestación de los bosques tropicales lluviosos, a la creciente contaminación nuclear del mundo, al rápido saqueo de los recursos naturales, a la dramática polución y contaminación por basura de paisajes enteros y al colapso de los océanos que, al fin y al cabo, producen la mayor parte del oxígeno del mundo. La protección del medio ambiente sólo sirve a los partidos gubernamentales como estrategia de campaña electoral y como legitimación de un programa de inversiones subvencionado con el dinero de los contribuyentes como ingente fuente de ganancias para el capital financiero. El nuevo gobierno no puede ofrecer más que esto, pues una protección consecuente del medio ambiente no es compatible con el mantenimiento del sistema imperialista mundial y su modo de producción.

El capitalismo no puede ser "transformado" porque sus leyes inherentes no pueden ser abolidas a discreción. El combativo movimiento ecologista juvenil debe también comprender esto y lo comprenderá, y con la ayuda de nuestro trabajo de hormiga se volverá hacia el socialismo científico.



Rote Fahne: En el nuevo libro también hay un capítulo sobre el "renacimiento de las ideologías fascistas sobre una nueva base" y un capítulo sobre las "teorías de conspiración". ¿Cómo encajan estos rumbos abiertamente reaccionarios en el libro, que se ocupa principalmente con el oportunismo?

Stefan Engel: El neofascismo y las teorías de conspiración fascistoides no forman parte, por supuesto, del oportunismo. El libro trata del hecho de que no se puede contrarrestar el surgimiento del neofascismo con el oportunismo. El movimiento de los "pensadores transversales", organizado y marcado decisivamente por los neofascistas, sólo puede pescar entre la masa de esoteristas, antivacunas y otras capas pequeñoburguesas, porque esta gente no adopta una posición antifascista de principios. Por supuesto, es legítimo criticar la gestión de crisis por parte del gobierno. Pero no todas las críticas son progresistas y útiles para el movimiento obrero. Marchar al lado de los fascistas contra el gobierno es algo que hay que condenar y combatir fundamentalmente.

El MLPD tiene una posición marcadamente crítica sobre la gestión de crisis del gobierno federal en la pandemia de Covid-19. Esta gestión de crisis sirve explícitamente a los monopolios internacionales dominantes, descarga el peso de la pandemia a las amplias masas y restringe sus derechos y libertades democrático-burguesas. Adoptamos una posición de cero-Covid porque opinamos que debe evitarse toda infección de Covid y todo muerto de Covid. Es bien cínico decir que permitimos que las cifras de infección lleguen hasta donde hay camas en las unidades de cuidados intensivos, sabiendo perfectamente que esto es una sentencia de muerte para decenas de miles de personas. No tenemos ni la menor comprensión con esa política antihumana porque estamos comprometidos ideológicamente con los intereses de la clase obrera y de la amplia masa de la población y no con la maximización de las ganancias de los monopolios dominantes.

Existen causas ideológicas por las que los mitos de conspiración pueden causar confusión que incluso alcanza al movimiento obrero. Según ellos, el Covid-19 no es más que una gripe. Una "élite financiera global" habría montado deliberadamente la pandemia de Covid-19 para esclavizar a toda la humanidad poniendo en escena un "nuevo comienzo". Como si no viviéramos en un sistema imperialista mundial desde hace mucho tiempo, con un pequeño grupo del capital financiero internacional ejerciendo su dominio único sobre toda la sociedad.

No es inmediatamente evidente por qué personas que hasta ahora hemos conocido como progresistas pueden adoptar construcciones tan abstrusas. La opinión generalizada de que "Esos de arriba son capaces de todo" se basa sin duda en la experiencia de las masas. Sin embargo, el modo de pensar oportunista-pequeñoburgués crea una disposición a seguir esos mitos de conspiración. Además, el movimiento de los "pensadores transversales" conviene al modo de pensar pequeñoburgués-individualista, muy extendido en la sociedad actual, según el cual la "libertad" del ser humano consiste en hacer todo lo que uno quiere.

El movimiento obrero revolucionario y el socialismo científico tienen otro concepto de libertad. Se basan en que la libertad consiste sobre todo en la comprensión de la necesidad. Y si la clase obrera sólo puede ganar su libertad de hacer huelga, manifestarse, reunirse y de mantener a sí misma y a sus familias lo más saludable posible, vacunándose, entonces no tiene ningún problema con una vacunación obligatoria general.

Sólo con un claro punto de vista de clase proletario se puede distinguir entre una crítica justificada al gobierno y la demagogia reaccionaria hasta fascista.



Rote Fahne: El libro se publica ocho meses después del primer tomo "La crisis de la ideología burguesa y del anticomunismo". Es un periodo relativamente corto.

Stefan Engel: Hemos trabajado simultáneamente en los cuatro tomos durante años. Por lo tanto, los últimos ocho meses corresponden únicamente a la finalización del segundo tomo y no al periodo de elaboración completa.

Publicar cada número por separado es una cierta ventaja para la difusión, la apropiación y la discusión. Puede ser una desventaja si se pierde la coherencia interna de los cuatro tomos. Por ello, es necesario que el intervalo entre la publicación de los distintos tomos sea lo más breve posible. El último libro en aparecer fue La crisis de la ideología burguesa y del anticomunismo. Existe una estrecha relación entre el anticomunismo y el oportunismo. Así, el oportunismo en el "movimiento de izquierda" se alimenta hoy esencialmente de la actitud de retroceder, hacerse la mosca muerta, adaptarse, es decir, del oportunismo frente al anticomunismo.



Rote Fahne: El nuevo libro se enfrenta a una serie de filósofos y políticos, algunos de los cuales son apreciados altamente por aliados nuestros. En aras del trabajo de alianza, ¿no se debería poner en un segundo plano esta disputa ideológica?

Stefan Engel: El trabajo de alianza proletaria, ya sea en una unidad de acción o en el trabajo en las autoorganizaciones de carácter überparteilich2, debe realizarse siempre sobre la base de la lucha conjunta, del carácter überparteilich, la independencia financiera y la actitud abierta frente a la concepción del mundo. Esto no debe entenderse como disimular las contradicciones ideológicas o políticas. Por el contrario, la cooperación práctica y la relación de confianza que se desarrolla así, ofrecen las mejores posibilidades para esclarecer las cuestiones controvertidas de común acuerdo. El libro dice al respecto:

"El trabajo de alianza con muchas de las corrientes criticadas en este libro debe desplegar la dialéctica entre la unidad en la lucha conjunta y la preservación de la independencia ideológica y política."

Por ejemplo, nos ocupamos críticamente con Abdullah Öcalan, que propaga la ilusión de un "confederalismo democrático" y al mismo tiempo denigra el "marxismo-leninismo como fracaso". Dado que este "confederalismo democrático" debería realizarse sin cambio del sistema, esto presupone naturalmente que el capital financiero internacional dominante renuncie voluntaria y pacíficamente a su poder ilimitado. La historia ha demostrado desde hace mucho que eso no funciona en un orden mundial imperialista armado hasta los dientes. ¿Por qué deberíamos ocultar nuestras críticas al respecto? Nuestra sincera solidaridad con la lucha de liberación kurda no puede ser interpretada y practicada como una adopción acrítica de puntos de vista falsos. Sólo sobre la base de la disputa principista, ideológica puede prepararse también la alianza estratégica de la clase obrera con los pequeños y medianos campesinos y las capas medias pequeñoburgués-intelectuales. Las alianzas que renuncian a esta controversia y se basan en la adaptación oportunista a falsas opiniones, por el contrario, no tienen perspectivas de futuro ni de éxito. Este conocimiento es especialmente importante también para la juventud, por lo que presentaremos el libro por primera vez al público en la manifestación de Lenin-Liebknecht-Luxemburgo en enero en Berlín.

Rote Fahne: ¡Muchas gracias por la entrevista y enhorabuena por el nuevo libro!

1 Lenin, Dos mundos, en Obras Completas, Editorial Progreso, Moscú, 1982, tomo 20, pág. 14

2 no partidarizado: un principio de organización que une a las personas con diferentes concepciones del mundo y/o afiliación partidaria sobre una base democrática y con igualdad de derechos (N. de T.).

rw37.jpgLa polémica contra el oportunismo desarrollada en el libro La crisis de la ideología burguesa y del oportunismo debe ayudar a comprender su naturaleza reaccionaria y la superioridad del socialismo científico. También se está traduciendo a varios idiomas.