Entrevista
¡Reforcemos la lucha ideológica!
Entrevista con Stefan Engel, director de la Redacción REVOLUTIONÄRER WEG (CAMINO REVOLUCIONARIO) con ocasión de la publicación del libro La crisis de la ideología burguesa y el anticomunismo
Esta semana se publica el libro "La crisis de la ideología burguesa y del anticomunismo", que se ha elaborado bajo tu dirección. ¿De qué trata este libro?
Es la edición del libro número 36 de nuestro órgano teórico CAMINO REVOLUCIONARIO, que lleva el mismo título. Con él publicamos la primera parte de una serie de libros de cuatro tomos con el título de conjunto: La crisis de la ideología burguesa y la doctrina del modo de pensar.
La primera parte se ocupa de la importancia fundamental de la ideología en la vida social, la crisis de la ideología burguesa y la superioridad de la ideología proletaria. Contiene, entre otras cosas, una crítica a la teoría de la ausencia de ideología, a la tesis idealista de unir el materialismo con el idealismo, así como al anticomunismo en sus más diferentes variantes. También se ocupa del fundamento ideológico del fascismo, de la crisis del revisionismo moderno y la importancia de la Gran Revolución Cultural Proletaria en China.
¿Por qué se publica el libro justamente ahora? ¿Es que no hay temas más importantes?
La crisis económica y financiera mundial que a partir de 2018 ha estallido nuevamente y se ha agravado considerablemente con la pandemia de Covid-19, o la existencia de la crisis medioambiental que amenaza la humanidad, son por supuesto temas importantes. En torno a las respuestas a ellas se libra una fuerte lucha ideológica en la sociedad.
El libro sobre la crisis de la ideología burguesa encaja de maravilla con el tiempo actual. Estamos ante una gran confusión entre las masas sobre cómo hay que calificar ciertas cosas. Incluso, no raras veces pasa que una persona defiende posiciones progresistas y al mismo tiempo una posición ultrarreaccionaria respecto a la cuestión de los refugiados o de Covid-19. ¿Cómo se quiere sacar las conclusiones correctas de estas crisis sociales si no se resuelve esta confusión?
Esta confusión ideológica tiene causas que hay que indagar. Por ejemplo el así llamado movimiento de los Querdenker (pensadores transversales), que critica la gestión de crisis del gobierno de Merkel desde la derecha y cuyas reivindicaciones coinciden en grandes partes con las posiciones ultrarreaccionarias de las asociaciones empresariales BDI y BDA, es un ejemplo típico para tal táctica de confusión ideológica. El punto de vista "lo principal es estar en contra del gobierno", no es una posición progresista, si al mismo tiempo va acompañado con conclusiones reaccionarias y en parte fascistas. ¡Aquí se requiere una fundamentada posición de clase proletaria!
¿Y cual sería una fundamentada posición de clase proletaria en la cuestión del coronavirus?
Primero, necesitamos medidas radicales para proteger la salud de la población de la pandemia de Covid-19. Por el contrario, el gobierno en Alemania sabe desde hace seis semanas que nos encontramos en una tercera ola que puede ser más devastadora que las dos olas anteriores de la pandemia, pero intencionadamente se abstiene de hacer lo esencial, por consideración a los monopolios y su generación de ganancias en la producción industrial. Si toma medidas, entonces sólo para restringir la vida privada, los derechos y libertades democráticos, o éstas van a costa de los pequeños negocios y restaurantes. Un ejemplo de que se puede hacer de otro modo es Maharashtra, un Estado federal en la India con aproximadamente el doble de habitantes de Alemania. Allí, a mediados de abril, después de unas 50.000 infecciones por día, se decretó un cierre de toda la vida pública durante 14 días, incluyendo la producción industrial (con excepción de las empresas de necesidad vital).
Segundo, es necesario que los monopolios, los capitalistas, asuman la carga de las crisis y que ésta no se vuelque exclusivamente sobre las espaldas de la masa de la población. Es ridículo que los monopolios ahora arremetan contra una obligación legal de test en las empresas, pues esto significaría para ellos una carga inaceptable. ¿Y qué pasa con las cargas de los trabajadores y empleados, que, sin que se tome en cuenta el peligro para su salud, deben seguir bregando como si no pasara nada?
Tercero, es en interés de la población que la clase obrera pueda volver a moverse más libremente lo más rápido posible, que pueda desenvolverse, manifestarse, discutir y hacer huelgas. Por eso es necesario tomar medidas rápidas y eficaces, en vez de este "cierre ligero" ("lockdown light") que se ha prolongado durante meses y obviamente no sirve. En el fondo, éste sólo debe evitar que colapse el sistema de salud con su número limitado de camas de cuidados intensivos. Es bastante cínico que el gobierno federal acepte los hasta ahora oficialmente 80.000 muertos y cientos de miles de enfermos de Covid con efectos a largo plazo, sólo para evitar que la producción industrial – y con ella el lugar central de la generación de ganancias – sufra daños mayores.
Cuarto, la pandemia naturalmente también limita considerablemente el trabajo partidario del MLPD, lo cual debería ser superado rápidamente a través de un cierre radical a costa de las ganancias y de una vacunación acelerada.
Evidentemente la primera parte del libro se centra en el análisis y la polémica contra el anticomunismo. ¿Por qué es así?
Desde la crisis abierta del reformismo y del revisionismo moderno, el efecto destructivo del modo de pensar pequeñoburgués-reformista y pequeñoburgués-revisionista ha perdido dramáticamente su influencia entre la clase obrera y las amplias masas. El anticomunismo y su influencia entre las masas como modo de pensar pequeñoburgués-anticomunista, se ha convertido en el actual obstáculo principal en el desarrollo de la conciencia de clase.
¿No resulta ser una batalla defensiva ocuparse tan extensamente con el anticomunismo?
¡En absoluto! En el libro podemos demostrar que desde la Segunda Guerra Mundial, el anticomunismo ciertamente ha causado graves daños al movimiento obrero revolucionario, pero que sin embargo está atrapado en una crisis latente. Cada vez de nuevo tuvo que adaptarse aparentemente al espíritu de la época para mantener su influencia en las masas y lanzar ofensivas tácticas.
A finales de la Segunda Guerra Mundial, la coalición antihitleriana y la entonces socialista Unión Soviética habían destrozado el fascismo. Esto llevó al anticomunismo a su crisis más profunda hasta entonces. No sólo la variante fascista del anticomunismo perdió masivamente su aprobación, sino el orden capitalista en su conjunto.
Partiendo de los EE.UU. se quería contener la influencia del socialismo. El gobierno de Adenauer reactivó el anticomunismo abiertamente reaccionario. Sin embargo, éste sólo pudo mantener temporalmente su efecto atemorizador. Por lo tanto, los sectores dominantes desarrollaron, además de la variante abiertamente reaccionaria, una variante anticomunista con camuflaje democrático. Los filósofos de la "Escuela de Fráncfort" con su anticomunismo "crítico" fueron los ideales testigos principales. Sostuvieron posiciones críticas al capitalismo – pero al mismo tiempo tergiversaron la teoría del marxismo-leninismo y calumniaron la construcción socialista de la Unión Soviética en los tiempos de Stalin.
Para combatir la construcción exitosa de un partido obrero revolucionario de nuevo tipo, se promocionó a los "Verdes". Ellos difamaron el concepto marxista-leninista del centralismo democrático como "centralismo sin democracia", para justificar su abandono del "movimiento ml"1 de los años 1970. En todo caso, su idealista concepto contrario de la "democracia de base" fue un chasco, y los Verdes se desarrollaron hacia un partido monopolista sostenedor del Estado.
Con el proceso de la reunificación de Alemania, y ante la transición a la ofensiva obrera en varias ocasiones durante los años 1980, 1990 y 2000, los sectores dominantes desarrollaron el anticomunismo moderno. Éste se presenta como progresista, democrático y antifascista, pero con sus increíbles ataques contra un presunto "estalinismo" y "maoísmo" no es ni una pizca menos agresivo. En las empresas y los sindicatos se convirtió en el método principal para aislar y oprimir al MLPD.
El gobierno de Schröder/Fischer y el gobierno de Merkel recurrieron al sistema del modo de pensar pequeñoburgués como fundamental método de gobierno. El anticomunismo moderno es el núcleo de este sistema del modo de pensar pequeñoburgués. Con la ayuda de las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) y de los partidos burgueses, se intentó orientar con el modo de pensar pequeñoburgués-anticomunista al movimiento obrero, a todos los movimientos sociales, al movimiento antifascista, al movimiento de mujeres combativo, a la lucha por el medio ambiente y la lucha contra la política reaccionaria del gobierno sobre los refugiados. Así se estableció un verdadero dique contra el socialismo científico en el movimiento obrero, popular, juvenil y de mujeres.
Este libro se ocupa críticamente de estos sucesos, pone al mismo tiempo al descubierto la debilidad fundamental del anticomunismo y presenta argumentos convincentes contra él.
¿No es una contradicción hablar de una crisis del anticomunismo y al mismo tiempo declarar que el modo de pensar pequeñoburgués-anticomunista es el obstáculo principal en el desarrollo de la conciencia de clase?
Claro que sí, pero debemos entender la dialéctica de esta contradicción. Las crisis del anticomunismo muestran que éste, a pesar de sus continuas modificaciones y correcciones, no está en condiciones de expulsar duraderamente la ideología de libertad del comunismo del seno de la clase obrera. El anticomunismo nunca sale de su defensiva por un tiempo prolongado, porque está en contradicción fundamental con la realidad, así como con los intereses de la gran mayoría de las amplias masas.
Al mismo tiempo vale que cuanto más el anticomunismo pasa a la defensiva, más arremete. Es un arma eficaz de los sectores dominantes que no se debe subestimar. Con sus ideas reaccionarias, ellos quieren instigar a las masas contra el socialismo, desconcertarlas y evitar que se desarrolle una conciencia revolucionaria. Parea esto atizan difusas reservas pequeñoburgués-anticomunistas contra el comunismo, e intentan aislar socialmente a los marxistas-leninistas.
¿El libro se ocupa solamente de la crisis de la ideología burguesa?
En el libro se trata principalmente de librar exitosamente la lucha entre la ideología proletaria y la ideología burguesa, entre el materialismo y el idealismo y entre la dialéctica y la metafísica.
Como punto culminante, el libro se ocupa de la importancia de la Gran Revolución Cultural Proletaria en la China de Mao Zedong. Pero actualmente se difunden los peores cuentos de atrocidades para "demostrar" la supuesta inhumanidad del "maoísmo".
La idea de la Gran Revolución Cultural Proletaria de Mao Zedong fue la más importante conclusión positiva del desplazamiento de la lucha ideológica en el viejo movimiento comunista y obrero. También en el movimiento marxista-leninista y obrero internacional existen todavía muchas reservas contra la Revolución Cultural Proletaria en China. Es necesario organizar al respecto un trabajo de convencimiento ideológico. La importancia, el contenido y los métodos de la Revolución Cultural Proletaria son ampliamente desconocidos sobre todo entre los miembros más jóvenes del MLPD, pero también de otros partidos revolucionarios que recién en las últimas dos décadas se adhirieron al movimiento obrero y marxista-leninista.
En esa revolución, mediante diferentes métodos del convencimiento y de la lucha ideológica, se impidió que se produjera ya en la vida de Mao Zedong en China una restauración del capitalismo tal como fue el caso en la Unión Soviética y los países del CAME2. Es indispensable que nosotros aprendamos de ello si queremos desarrollar una nueva ofensiva ideológica por el socialismo científico, y si queremos comprender lo que significa una conciencia socialista en la construcción del socialismo.
¿De qué se trata en las otras partes de esta serie CAMINO REVOLUCIONARIO (CR) No 36-39 ?
En el CR 37 nos ocuparemos sobre todo con los desarrollos más recientes de la ideología burguesa que han surgido en el tiempo de la nueva organización de la producción internacional desde los años 1990. De ellos forma parte el deslinde con diferentes métodos gnoseológicos, tales como el pragmatismo o el positivismo.
Polemizamos también contra la teoría revisionista "Juche" de Kim Il Sung de la República Popular Democrática de Corea, el "confederalismo democrático" de Abdullah Öcalan y sus puntos de vista anticomunistas, contra las teorías abstrusas de la izquierda pequeñoburgués-radical, el neorevisionismo sobre todo del actual PC de China y de Xi Jinping, el trotskismo y el posmodernismo. Claro que nos ocupamos también con el desarrollo más reciente de la ideología fascista, las muy diversas variantes del neofascismo. Una parte se dedica a las teorías conspirativas, que hoy juegan un gran papel en la confusión ideológica e influencia neofascista en las masas.
En el CR 38 nos ocuparemos sobre todo con la crisis de la ideología burguesa en la ciencia y cultura burguesa. Criticamos también la religión en sus muy diversas variaciones y su actual rol social.
El CR 39 tiene que extraer, con la doctrina del modo de pensar, las conclusiones para la lucha ideológica en todos sus aspectos. Esta parte toma como punto de partida los conocimientos del CR 26 sobre la cuestión del modo de pensar en el movimiento obrero. Resume al mismo tiempo el avance del conocimiento de la doctrina del modo de pensar logrado durante los 25 años de teoría y práctica del trabajo partidario revolucionario. Investiga también el desarrollo continuo del sistema del modo de pensar pequeñoburgués y sus consecuencias negativas para el desarrollo de la conciencia de clase, la lucha de clases, la preparación de la revolución socialista internacional y durante la construcción del socialismo.
El tiempo entre el CR 35, sobre la lucha contra la amenazante catástrofe ecológica global, y la publicación del CR 36 fue relativamente largo. ¿A qué se debe eso?
De hecho, entre las publicaciones de estos dos números del CAMINO REVOLUCIONARIO pasaron siete años. Esto se debe a varias razones. Primero, se trata de una obra inmensa que investiga los hilos multifacéticos de cómo el modo de pensar pequeñoburgués y la ideología burguesa influyen hoy día en las masas. El Comité Central y casi 50 colaboradoras y colaboradores han trabajado durante muchos años al respecto. Pero también fue necesario superar un latente desplazamiento del aspecto ideológico entre los colaboradores. Tal tendencia a desplazar el aspecto ideológico existe en todo el partido. Estratégicamente, esto no carece de peligro. En el viejo movimiento comunista, tal desplazamiento llevó al fin y al cabo a la degeneración revisionista de todos los países anteriormente socialistas y de una gran parte del viejo movimiento comunista internacional.
La publicación previa de cada número tiene sobre todo el objetivo de promover el aspecto ideológico-político de nuestro trabajo partidario, particularmente el trabajo con el órgano teórico del MLPD, el CAMINO REVOLUCIONARIO, y dar una orientación fundamental a la lucha contra el anticomunismo y el modo de pensar pequeñoburgués-anticomunista.
El libro sirve también de guía de cómo el movimiento obrero y revolucionario hace exitosamente frente al anticomunismo y es, concretamente, una base importante para el movimiento "¡No le des ninguna chance al anticomunismo!".
Con los cuatro libros sobre la crisis de la ideología burguesa seguramente no habrá concluido el trabajo teórico.
¡No! Pero habrá concluido relativamente el desarrollo y la concretización de nuestra línea ideológico-política desde la nueva organización de la producción internacional que causó cambios esenciales en el sistema imperialista mundial y trajo consigo cambios en nuestra estrategia y táctica proletaria.
Además estamos elaborando ya un número del órgano teórico sobre los nuevos fenómenos en el sistema imperialista mundial. Éste trata nuevos desarrollos adicionales en la base económica del imperialismo, más allá del análisis en los números 29 a 35, así como la derechización general de los gobiernos y partidos de los países imperialistas, la formación de países neoimperialistas, la importancia de la digitalización para el desarrollo de las fuerzas productivas, etc. Además estamos trabajando paralelamente en un libro con el título "Consideraciones biográficas del MLPD acerca de Stalin", que sirve a complementar los escritos La crisis de la ideología burguesa y la doctrina del modo de pensar.
Este año han pasado 30 años desde que asumiste la dirección de la redacción del órgano teórico CAMINO REVOLUCIONARIO de Willi Dickhut, quien había conducido la redacción durante 22 años. ¿Cuál es tu balance?
Willi Dickhut desarrolló los fundamentos ideológico-políticos en todos sus aspectos para el partido obrero revolucionario de nuevo tipo. Esto fue el requisito más importante para la fundación del MLPD en 1982. El sistema del órgano teórico, con los números 1 a 24, abarca la concretización del marxismo-leninismo para el tiempo después de la Segunda Guerra Mundial y particularmente para Alemania, en cuanto a la economía política, la estrategia y táctica proletaria y el materialismo dialéctico e histórico.
Sobre esa base general, la tarea de la redacción bajo mi dirección era analizar en todos sus aspectos la nueva organización de la producción internacional y extraer de ello conclusiones para la construcción del partido, la lucha de clases y la preparación de la revolución socialista internacional. Una linea directriz para este trabajo fue la doctrina del modo de pensar que nos capacitó para abordar todas las cuestiones de la teoría y práctica del trabajo revolucionario mediante la aplicación consciente del método dialéctico. También tuvimos que tratar algunas cuestiones que requerían un esclarecimiento fundamental desde el punto de vista del marxismo, tales como la liberación de la mujer o la lucha por la protección del medio ambiente natural.
Las tareas del trabajo teórico se plantean cada vez de nuevo, porque permanentemente surgen nuevas cuestiones prácticas y teóricas en la sociedad y en el movimiento marxista-leninista y obrero internacional que requieren una respuesta teórica.
La redacción CAMINO REVOLUCIONARIO se destaca hoy día sobre todo por el hecho de hacer un trabajo teórico colectivo sobre la base del modo de pensar proletario. De otra manera ya no se pueden resolver las amplias exigencias teóricas de la actualidad y del futuro.